Hubo un comentario del amigo Ferran del blog “Al otro lado del espejo” que inspiró esta entrada., nombró tres palabras: entrañable, delicado y hecho con amor.
La espiritualidad femenina para mí es eso, crear un clima donde las cosas se den, sin que siquiera te des cuenta, impregnar e impregnarse. Encontrar un camino, como dice Castaneda en palabras de “Don Juan” con corazón. El camino mismo va siendo la meta.
El filósofo y erudito Ken Wilber habla de su experiencia con Treya, su esposa: “Arriba el Cielo y abajo la Tierra. Cielo y Tierra. Entonces comencé a pensar en Treya, en los últimos años en que ella había vuelto a sus raíces terrenales, a su amor por la naturaleza, la creación, la feminidad, la sinceridad, la confianza y la atención. Yo por mi parte estoy donde me gusta estar, donde me siento en casa, en el Cielo que, según la mitología, no es el mundo del espíritu sino el mundo apolíneo de las ideas, la lógica, los conceptos y los símbolos. El Cielo es de la mente y la Tierra del cuerpo. Yo me dedico a tomar los sentimientos y relacionarlos con las ideas mientras que Treya, por su parte, se ocupa de recoger las ideas y conectarlas con los sentimientos. Yo voy de lo particular a lo universal y Treya de lo universal a lo concreto; a mí me gusta pensar y a ella le gusta crear; a mí la cultura y a ella la naturaleza; yo cierro la ventana para poder escuchar mejor a Bach, mientras que ella, por su parte, apaga a Bach para poder oír mejor el canto de los pájaros.
Pero en las grandes tradiciones, el Espíritu no se encuentra ni en el Cielo ni en la Tierra sino en el Corazón. Desde este punto de vista, el corazón ha sido considerado como el punto de integración o de unión entre los Cielos y la Tierra , el punto en el que la Tierra sustenta al Cielo y el Cielo enaltece a la Tierra. Ni los Cielos ni la Tierra por si mismos pueden capturar al Espíritu; sólo su justo equilibrio _que únicamente puede hallarse en el Corazón_ abre la puerta secreta que conduce más allá de la muerte, la mortalidad y el sufrimiento.
Por su parte Treya cuya historia es una de las más impresionantes, por la valentía y sinceridad con las que afrontó su enfermedad y su muerte a edad tan temprana, reflexionaba al respecto:
“El nuestro es un trabajo habitualmente invisible que carece de título, jerarquía y estatus, pues ya sea en una familia, en una comunidad o en cualquier otro entorno más evidente, el nuestro es un trabajo sin forma, el trabajo de crear un estado de ánimo, una situación, un clima”.
“La espiritualidad femenina está menos orientada hacia la consecución de objetivos, es más envolvente, más abarcadora, más carente de forma y, por ello mismo, puede contribuir a modificar notablemente nuestra concepción de la Iluminación".
“La espiritualidad de las mujeres resulta difícil de ver, difícil de definir ¿cuáles son las etapas, los pasos y el entrenamiento a seguir?, ¿acaso tejer o hacer crochet es tan bueno para entrenar la atención y apaciguar la mente como la meditación?.”
Carol Gilligan descubrió que el razonamiento moral de las mujeres es muy distinto al de los hombres, mientras éstos basan sus decisiones en reglas, juicios y derechos, las mujeres tendemos a valorar los sentimientos, los vínculos y las relaciones. Prestamos atención a aspectos diferentes.
Un ejemplo típico de ella es el siguiente: un niño quiere jugar a los “piratas” pero su amiguita prefiere jugar a “las casitas”. Así que la niña más conciliadora y más atenta a las relaciones, puede decir: “Muy bien, tu puedes ser el pirata que vive en la casa de al lado”.
Otro ejemplo: cuando los niños juegan al fútbol y uno de ellos falla y se hecha a llorar, una niña puede decir: “Denle otra oportunidad”. Los niños, por su parte suelen responder: “No, las reglas son las reglas. Está eliminado” Según Gilligan los niños se saltan los sentimientos para salvar las reglas mientras que las niñas se saltan las reglas para preservar los sentimientos. Ambas facetas son muy diferentes pero resultan igualmente importantes en el mundo real".
Existen modelos espirituales netamente masculinos en mi opinión, como el budismo zen y existen modelos femeninos como lo es Findhorn, o la Wicca .
Quizás en este nuevo tiempo los límites tan definidos se difuminen y ya no se hagan tan evidentes sus diferencias. Hace tiempo, oí decir a una mujer en una comunidad de artes, que seguía un modelo similar a Findhorn. Y se invitaba a grupos muy dispares a mostrar sus actividades, que en definitiva, de lo único que se trataba era de seguir el camino del Amor.
Por mi parte siento que mi equilibrio se encuentra disfrutando de una espiritualidad relajada pero diligente, sin prisa pero sin pausa, sembrando y dedicándome a contemplar como crece la cosecha…
Mi especial agradecimiento al blog de Silenciosa-Mente por su gentileza al compartir esta joya con nosotr@s.
Enlace: http://silenciosa-mente.blogspot.com/
Es lo que una intuye, alguna vez, tempranamente.
ResponderEliminarY luego, con el paso del tiempo se va afirmando.
Que el feminismo no es lucha ni oposición, que las particularidades del ser femenino son otras, muy alejadas del enfrentamiento.
Una joya, si. Gracias Luz y gracias por la referencia al blog, lo visitaré.
Un abrazo.
son un complemento neCesario
ResponderEliminarel yin y yanG
exCeleNte enTrada !
saluDos
La personalidad femenina entra en una diferenciada aptitud respecto al hombre. Hay un razonamiento lógico para pensar que el hombre carece de esa espiritualidad?
ResponderEliminarGracia querida Ceci por expresar tus sentimientos.
Un abrazo inmenso!
El Ying y el Yang, así es Maby, todo se cierne en torno a un equilibrio!
ResponderEliminarGracias por tus palabras! Aún estás de vacaciones?
Un abrazo grande!
Me ha encantado, gracias entender que somos lo que somos sin buscar otra cosa, hombres... mujeres... seres a fin de cuentas, que estamos aqui para evolucionar juntos y recordar que venimos a ser felices utilizando el amor como medio, como único medio.
ResponderEliminarBonita entrada gracias Luz
saludos desde las ilas.
Miguel Angel
Así es MA, en el comienzo de este post lo refiere, en la actualidad, no tenemos que demostrar que somos más, menos, mejores o más fuertes que el hombre. La mujer se mueve por otros conceptos que el hombre, forma parte de su propia esencia femenina. Es maravilloso pensar que somos, hombres y mujeres, complemento del otro, y que no existen rivalidades, sino que nuestra función es evolucionar juntos en completa armonía biológica y espiritual.
ResponderEliminarGracias mil, por pasar, mi colega y amigo!
Un abrazo!
...traigo
ResponderEliminarsangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
COMPARTIENDO ILUSION
ENERGYTARRACO
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE ALBATROS GLADIATOR, ACEBO CUMBRES BORRASCOSAS, ENEMIGO A LAS PUERTAS, CACHORRO, FANTASMA DE LA OPERA, BLADE RUUNER Y CHOCOLATE.
José
Ramón...
Hermoso regalo el de tu poesía que engalana este post!
ResponderEliminarJosé Ramón, es un honor que visites este espacio, yo, hace tiempo que sigo "Aulas de Paz", aunque debo reconocer que no me he prodigado en comentar...
La entrada poetizada que haces alusión, simplemente genial, un deleite!
Con la misma ilusión desde los azules celestiales, comparto el reflejo de la luna en el mar de tu intención.
Gracias y saludos!
Siempre el amor, con nuestras diferencias y en unidad.
ResponderEliminarUna entrada muy rica Aomaraluz.
Un abrazo y mi cariño.
Que bueno que gozamos de nuevo con tu presencia.
ResponderEliminarTus palabras siempre relazan este marco, amiga!
Recibe todo mi cariño!