- Nos amamos -empezó el joven.
- Y nos vamos a casar -dijo ella.
- Y nos queremos tanto que tenemos miedo.
- Queremos un hechizo, un conjuro, un talismán.
- Algo que nos garantice que podremos estar siempre juntos.
- Que nos asegure que estaremos uno al lado del otro hasta encontrar a Manitú el día de la muerte.
- Por favor -repitieron-, ¿hay algo que podamos hacer?
El viejo los miró y se emocionó de verlos tan jóvenes, tan enamorados, tan anhelantes esperando su palabra.
- Hay algo... -dijo el viejo después de una larga pausa-. Pero no sé... es una tarea muy difícil y sacrificada.
- No importa -dijeron los dos.
- Lo que sea -ratificó Toro Bravo.
- Bien -dijo el brujo-, Nube Alta, ¿ves el monte al norte de nuestra aldea? deberás escalarlo sola y sin más armas que una red y tus manos, y deberás cazar el halcón más hermoso y vigoroso del monte. Si lo atrapas, deberás traerlo aquí con vida el tercer día después de la luna llena. ¿Comprendiste?
La joven asintió en silencio.
- Y tú, Toro Bravo -siguió el brujo-, deberás escalar la montaña del trueno y cuando llegues a la cima, encontrar la más brava de todas las águilas y solamente con tus manos y una red deberás atraparla sin heridas y traerla ante mí, viva, el mismo día en que vendrá Nube Alta... salgan ahora. - Y nos vamos a casar -dijo ella.
- Y nos queremos tanto que tenemos miedo.
- Queremos un hechizo, un conjuro, un talismán.
- Algo que nos garantice que podremos estar siempre juntos.
- Que nos asegure que estaremos uno al lado del otro hasta encontrar a Manitú el día de la muerte.
- Por favor -repitieron-, ¿hay algo que podamos hacer?
El viejo los miró y se emocionó de verlos tan jóvenes, tan enamorados, tan anhelantes esperando su palabra.
- Hay algo... -dijo el viejo después de una larga pausa-. Pero no sé... es una tarea muy difícil y sacrificada.
- No importa -dijeron los dos.
- Lo que sea -ratificó Toro Bravo.
- Bien -dijo el brujo-, Nube Alta, ¿ves el monte al norte de nuestra aldea? deberás escalarlo sola y sin más armas que una red y tus manos, y deberás cazar el halcón más hermoso y vigoroso del monte. Si lo atrapas, deberás traerlo aquí con vida el tercer día después de la luna llena. ¿Comprendiste?
La joven asintió en silencio.
Los jóvenes se miraron con ternura y después de una fugaz sonrisa salieron a cumplir la misión encomendada, ella hacia el norte, él hacia el sur... El día establecido, frente a la tienda del brujo, los dos jóvenes esperaban con sendas bolsas de tela que contenían las aves solicitadas.
El viejo les pidió que con mucho cuidado las sacaran de las bolsas. Los jóvenes lo hicieron y expusieron ante la aprobación del viejo los pájaros cazados. Eran verdaderamente hermosos ejemplares, sin duda lo mejor de su estirpe.
- Volaban alto? -preguntó el brujo.
- Sí, sin duda. Cómo lo pediste... ¿y ahora? -preguntó el joven- ¿lo mataremos y beberemos el honor de su sangre?
- No -dijo el viejo.
- Los cocinaremos y comeremos el valor en su carne -propuso la joven.
- No -repitió el viejo-. Hagan lo que les digo. Tomen las aves y atenlas entre sí por las patas con estas tiras de cuero... Cuando las hayan anudado, suéltenlas y que vuelen libres.
El guerrero y la joven hicieron lo que se les pedía y soltaron los pájaros.
El águila y el halcón intentaron levantar vuelo pero sólo consiguieron revolcarse en el piso. Unos minutos después, irritadas por la incapacidad, las aves arremetieron a picotazos entre sí hasta lastimarse.
- Este es el conjuro. Jamás olviden lo que han visto. Son ustedes como un águila y un halcón; si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, no sólo vivirán arrastrándose, sino que además, tarde o temprano, empezarán a lastimarse uno al otro. Si quieren que el amor entre ustedes perdure, "vuelen juntos pero jamás atados".
Maravillosa leyenda !
ResponderEliminarMaravillosa enseñanza a esos jóvenes. Y a todo quien quiera ver ..
Volar juntos, pero no atados.
Ay Luz ! con un esfuerzo exigido a cada miembro de la pareja, y el ejemplo "práctico" de la naturaleza, toda una enseñanza de vida.
Me encantó conocer esta leyenda.
Un abrazo fuerte, amiga.
Sin duda es una lección que nos hace plantearnos si hacemos lo "correcto" en una situación de pareja... Un ejemplo "vivo" y sus consecuencias.
ResponderEliminarGracias, Ceci; celebro que hayas disfrutado con esta bella leyenda.
Un abrazo inmenso, amiga!
Para no confundir ansias de poseer con el deseo amoroso de compartir.
ResponderEliminarUn sabio consejo del anciano brujo y hermosa la leyenda, Luz.
Abrazos !
Lo explicas muy bien, Myriam! La diferencia entre una cosa y otra, es importante.
ResponderEliminarGracias y besos!
Qué hermosa leyenda, no la conocía, pero es un ejemplo de vida, de amor. En realidad así es, cuando quieres atar el amor, lo pierdes. Me ha encantado leer esta historia. Un beso y mi cariño siempre.
ResponderEliminarPreciosa leyenda querida amiga...
ResponderEliminarNo hay que confundir jamás el deseo amoroso de compartir con el de poseer, la posesión destroza como efectivamente lo hemos visto en esta hermosa leyenda, no somos objetos, somos personas...
Gracias por compartirla, un enorme abrazo Luz!!
Un ejemplo de vida y de amor... No se deben quebrar las alas a las mariposas ni mutilar los alados ángeles. No se pueden atar las alas a la libertad.
ResponderEliminarGracias por acompañarnos a leer esta leyenda, amiga Julie!
Besos!
Querida Fiam, estamos de acuerdo que compartir no es lo mismo que "requisar", disculpa este término, pero existen relaciones en que uno de los componentes de la pareja da como bueno ese sentido de propiedad...
ResponderEliminarAnte todo somos personas libres y autosuficientes.
Gracias por leer, compartir, estar, amiga!
Un beso grande!
Que hermosa leyenda y que certera, cuando uno ama en libertad. Si el amor es para uno, déjalo libre, él vendrá a ti.
ResponderEliminarBesos y feliz semana que recién comienza
Amar en libertad, creo yo, que es así en todos los órdenes de la vida... La libertad como forma de expresión para que la persona avance en su evolución individual...
ResponderEliminarGracias, cielo y feliz semana!
Besos.
Preciosa leyenda... La libertad es el bien más preciado. Sin libertad, el amor no puede desarrollarse porque se vería limitado a vivir en una cárcel sin posibilidad de expectativas.
ResponderEliminarBesos, amiga AomaraLuz.
LIBERTAD, hermosa palabra y el bien más preciado para cualquier ser vivo. El amor es un grado más cuando se ama en libertad...
ResponderEliminarGracias, amiga por tus confortables palabras!
Un abrazo grande!