Un muchacho acompañaba a su padre a pescar. Un día, mientras ambos estaban pescando, un gran pez mordió el anzuelo. Arrastrado por la fuerza del pez al tirar de la caña, el padre cayó al mar. El hijo pensó: "¿Qué debo hacer? He de ayudar a mi padre... Seguramente él me diría que debo pescar hasta morir, y continuar su karma..." Rápidamente se alejó con la barca. Entró en una ermita oculta en la montaña y se hizo monje. Tiempo después, convertido en gran Maestro, oyó una noche a su padre junto a él, hablándole al oído. "En el preciso instante en que no me sacaste del agua, mi karma cambió. Ahora estoy en el paraíso y hago sampai* para ti."
No mirando más que a un lado, no podemos comprender, pero si consideramos esta historia desde el lado de la fuente del espíritu, se convierte en ejemplar.
*Senpai, Sempaî, Sampai: Compañero de antes, estableciendo una jerarquía en conocimiento y sabiduría.
Texto: Extraído del Libro "La Práctica del Zen"
Fotos: Web
Creo que el Karma podemos cambiarlo a traves de nuestro bienhacer,cre que tambien ayudando se puede cambiar nuestro Karma y el de otras personas.En verdad estare equivocada pero ese es mi punto de vista.Gracias por publicar algo tan bello.Besos de luz.
ResponderEliminarAsombroso este relato Luz.
ResponderEliminarSon conceptos que debo asimilar, internalizar ..
me aparece ahora la cuestión del "efecto mariposa".
Leyes que, a diferencia de las que nosotros, los occidentales llamamos naturales, no pueden ser comprobadas empíricamente.
Pero éso no significa que no se den, con la misma fuerza.
Gracias por hacerme pensar.
Besos.
Es muy interesante el término (*Senpai, Sempaî, Sampai) y la idea de respeto y jerarquía.
ResponderEliminarHay un film americano de 1993 que lo muestra muy bien.
También yo agradezco estos momentos, Luz y tod@s.
Abrazos.
"El KARMA se puede pagar con DARMA, es decir, haciendo buenas obras. Así como en este plano físico podemos cancelar nuestras deudas con dinero, así también podemos pagar el karma con DINERO CÓSMICO o DARMA y así nos libramos del dolor y el sufrimiento.
ResponderEliminarLa Justicia y la Misericordia son las dos columnas de la Ley Divina. La Justicia sin Misericordia es tiranía y La Misericordia sin Justicia es complacencia con el delito. Por eso, el karma es negociable, y cada cual puede modificar su propio destino, haciendo un trato: UN NEGOCIO CÓSMICO".
Julia, como bien dices, podemos cambiar el curso de nuestro karma. Amarse y amar a los demás, actuar en pensamiento positivo, son claves para aumentar el "Darma"
Gracias por tus palabras!
Besos!
Si, Ceci, éste es un concepto "extraño" para los occidentales pero profundamente asimilado en ciertas capas de la sociedad oriental...
ResponderEliminarMe alegro que te haya dado que pensar, es bueno plantearse diferentes opciones, no crees?
Besos, amiga!
Interesante, Myriam, si. Es sabido el respeto que guardan los orientales a sus mayores, maestros e instructores...
ResponderEliminarGracias por estar, amiga!
Abrazos!
Un camino difícil de tomar, ¿no crees? ¿Qué hubiera hecho la mayoría en su lugar?
ResponderEliminarHabrá que pensar. Besos y bella entrada.
Así es Mimosa, una decisión en que la mayoria, nosotros, occidentales no habríamos tenido duda de cómo actuar en una situación tal como nos plantea el cuento.
ResponderEliminar"No mirando más que a un lado, no podemos comprender, pero si consideramos esta historia desde el lado de la fuente del espíritu, se convierte en ejemplar".
Ésta es otra forma de sentir, actuar y de ver el mundo en una perspectiva diferente.
Gracias por estar, Mimosa. Me alegra mucho tu visita.
Besos!
Todos estos textos que subes al blog, dan mucho en que pensar... los lees y de pronto se encuentra una planteándose preguntas.
ResponderEliminarEs agradable pasar por aqui , agradable y positivo.
Un abrazo!!
Muchas gracias por tus palabras, Rosario.
ResponderEliminarEstá bien eso de cuestionarse cosas, verdad?
Un abrazo grande!